Juanma, me enganché detrás tuya en la primera vuelta. Iba algo desconcertado por la velocidad de la salida (novato total) y a decir verdad, algo asfixiado con tanto polvo y algo de nervios. Ir enganchado a vosotros me ayudó a coger algo de ritmo y respirar. Me fui encontrando mejor y me separé de vosotros sin darme cuenta al bajar por segunda vez los escalones. Cuando miré para atrás os vi muy atrás. Para poco me sirvió porque al momento tuve que abandonar.
El caso es que con una cosa y otra no tuve ocasión de saludar y darte las gracias por tirar de este cuerpo durante un rato.
…Las cosas, como son.