Desde luego, puedo decir que disfruté de la ruta a tope. Me lo pasé genial, la verdad es que la subida de las ermitas es de las que más me gustan, y encima el cachondeo con el «pollo-polla», según se mire, fue para mearse de la risa.
Y luego, todo confiado me bajé con el subgrupo que esperó a que lloviera menos, por el 14 por ciento sin poner un pie y muy rápido, en comparación a como suelo bajarlo (torpeando bastante). Uno que es un incosciente, y pensaba que al llover había más grip, me parece a mí que no es exactamente así 
FELICES FIESTAS !!!!